El vizconde que me conquistó, escrita por Julia London y publicada por Harlequin, ha sido una delicia de lectura de romance histórico.

Al lado del último diamante de la temporada social, Harriet (Hattie) Woodchurch se sentía una chica del montón. Pero eso
carecía de importancia, porque su plan de futuro era ganar suficiente dinero para vivir muy muy lejos de su embarazosa familia. Y así fue hasta que Mateo Vincente, duque de Santiava y recién nombrado vizconde Abbott, llegó a Londres. Aunque el inglés hablado del tímido europeo era impecable, el escrito era menos fluido. La alta sociedad estaba ansiosa por conocer al guapo soltero, y llovían tantas invitaciones que Mateo necesitaba una secretaria para ocuparse de la correspondencia.

Con su caligrafía perfecta y su don de palabras, Hattie fue recomendada para el puesto, y los dos crearon un vínculo a través de los libros y las señoritas casaderas de la alta sociedad. Pero cuando Flora, la amiga de Hattie, se quedó prendada del vizconde, las cosas se complicaron. Flora no sabía qué decir en su presencia. Para ayudarla, Hattie le daba información sobre los intereses de Mateo. Pronto las cosas dieron un giro y Flora parecía encaminada a convertirse en su duquesa. Sin embargo, Mateo no estaba convencido. La conversación con Flora no era tan chispeante como lo era con Hattie…

Harriet “Hattie” Woodchurch es hija de un comerciante que no pertenece en realidad al mundo de la alta sociedad. Por otro lado, tenemos a Mateo Vincente, duque de Santiava, también conocido como el vizconde Abbott, un aristócrata recién llegado a Londres que, mientras debe hacer gala de su título y cumplir con las expectativas sociales, huye del ruido y de la atención que le exige su papel.

Hattie es ingeniosa, decidida, divertida, y destaca entre las demás damas, sin embargo, cree que es una más. Es una persona que tiene claras sus prioridades: ganarse su independencia, tener su propio espacio y no depender de ningún hombre. Mateo es reservado, un hombre con cicatrices del pasado y que necesita una secretaria para atender a toda su correspondencia, de manera que termina contratando a Hattie. Juntos desprenden una química que surge desde el primer cruce de miradas, aunque ambos se resistan a ella.

La autora logra crear unos escenarios únicos que reflejan cómo era la alta sociedad londinense, los salones, los compromisos sociales, y esa inevitable tensión que se genera cuando enfrentas deber y deseo. Hattie y Mateo viven no sólo una atracción, sino que el arco de su relación va pasando por todas las fases: amistad, complicidad, reconocimiento mutuo y pasión. Hattie no es la típica debutante perfecta y Mateo no es el duque implacable y egoísta al que estamos acostumbradas a encontrar en este tipo de novelas; él encuentra en ella su voz y ella encuentra en él una causa más allá de sí misma. Las escenas de diálogo, los personajes secundarios y el humor inteligente de Julia London convierten El vizconde que me conquistó en un auténtico placer.

La trama avanza desde un primer momento con mucho ritmo, al principio, la oferta profesional de Hattie y la llegada de Mateo a Londres; después el crecimiento emocional de ambos, los obstáculos y, finalmente, el final.

Lo que más me ha llamado la atención es la contraposición del humor y la relación entre Hattie y Mateo frente a momentos emocionalmente profundos donde se habla de miedos, ser invisible, pertenecer…

El vizconde que me conquistó es una lectura muy recomendable tanto para quienes aman el romance histórico como para quienes buscan una historia de amor que les haga sonreír y les conmueva.